El mundo en cambio, IKEA en cambios, ¿arriba el bricolaje?

Bueno, empezaré haciendo amigos y enemigos a la par.

Algunos se defraudarán, pero me declaro admirador de IKEA. También me enamoran las ferreterías y papelerías, y por las mismas razones.

Soy admirador, pero crítico… de la critica de examinar o analizar, no sólo de buscar defectos, que una empresa de tal tamaño es seguro que los tiene, aunque sólo fuera por probabilidad matemática.

Al grano: las cocinas son uno de los productos estratégicos para IKEA, y recientemente han cambiado del sistema FAKTUM al METOD. No os pongáis así, ya sé que juré no ser erudito. Yo mismo me acabo de enterar hoy de estos nombres.

Estos cambios de diseño en IKEA no son tan recientes. Como podéis ver en el este enlace, el sistema de cocinas cambió ya en Febrero. Mi ignorancia ha sido estrepitosa, ya que la misma IKEA difunde orgullosa su nuevo sistema,  razona el cambio e intenta proteger a los compradores de anteriores con dos año de garantía.

Yo monté e instalé mi propia cocina IKEA. También monté casi toda la casa de mi pareja, aunque pedimos ayuda para su cocina. He peleado y cargado con los armarios. Y sudado la gota gorda corrigiendo problemas por mediciones erróneas. Y disfrutado, porque me mola el asunto.

Bueno, todos los que os halláis peleado con estos muebles de cocina como yo, podéis ir ahora al IKEA, visitar la sección de cocinas agacharos un poquito y mirar la parte inferior de los armarios suspendidos encima de las encimeras. Y al igual que yo podéis exclamar:

¡hijos de #@$&ª! ¡Ahora los armarios se instalan sobre guías que los separan de la pared!

Este pequeño detalle supongo que simplificará mucho el paso de cables de iluminación para los bajos de los armarios. Y menos mal, porque ahora los armarios IKEA parecen árboles de navidad: ¡Lucecillas por doquier!

También reducirá la tensión en algunos canteados y evitará que salten en contacto con la pared.

Bueno esto es una buena noticia para los futuros compradores de IKEA. Pero el cambio de sistema nos va a jorobar un poco a los anteriores. Como narran los enlaces anteriores, los nuevos muebles presentan mejoras en espacio, iluminación, organización e instalación. Por no hablar de la inclusión de colores en las estructuras, una vieja crítica de los IKEA-fobicos.

Lo malo es que han cambiado las dimensiones. A los anteriores clientes se nos acabó el poder renovar nuestras cocinas con poco esfuerzo. Adiós a cambiar puertas. Y adiós a comprar ciertos complementos. Ahora creo que habría que cambiar toda la cocina.

El otro día se me ocurrió comprar el típico separador Rationell para configurar mejor un cajón de mi cocina: Chasco! El cambio de sistema hace incompatible el muevo separador MAXIMERA con mis cajones. Ahora tendría que comprar cestas VARIERA. Las medidas y la geometría de los enganches varían. Daños colaterales de la evolución del Diseño. Pero ¡qué pena! Más que nada porque es incompatible por los pelos.
Separadores Rationell (arriba) y Variera (abajo).
Diferentes geometrías en los anclajes
de los separadores.

Cabezota como soy, he experimentado para comprobar hasta qué punto varían Rationell y Maimera. Al puro estilo Bricomanía, he desmontado el separador MAXIMERA y he rebajado los laterales del panel plástico hasta adaptarlo a las medidas del viejo cajón. 

Calculo que 4 o 5 mm tienen la culpa de que no encaje el muevo separador. No he tenido ni que tocar la barra metálica. Vamos a ver, no he sido muy técnico y podría haber quedado mejor. 

Además, junto al separador Rationell queda como un Cristo con dos pistolas. Pero queda demostrado que pocos milímetros tienen la culpa de la incompatibilidad.

No es una opción muy práctica. Habrá que visitar las típicas tiendas de bricolaje a ver si hay separadores más compatibles en el mercado.

Resulta muy curioso este re-diseño de las cocinas Ikea. Está claro que han resuelto viejas pegas clásicas de los Ikea-críticos. Se ha conseguido mejoras en espacio; se ha simplificado el montaje y la planificación. 

Pero yo sospecho que también habrá influido cierto interés en diferenciarse de la competencia. Grandes superficies de bricolaje y otros fabricantes de cocinas ofertaban prestaciones similares a Ikea. Se pueden discutir sobre las calidades respectivas, pero la diferencia visual se acortaba. Con este cambio, Ikea se diferencia de este grupo y se acerca más a competidores de alta gama con una estética de líneas más limpias. En cuanto al estilo, es un cambio de una estética "Técnico-máquina" a otra "Tecnológico-informático"

Ellos sabrán si habrían acusado también un descenso de las ventas de FAKTUM. Aunque no fuera así, está claro que hay que evolucionar o morir.



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