El Hombre del Norte, The Northman, o nuestros lordemanos.
¿¡Violenchia, sangle, muete y destruxció!?
Es la historia de Hamlet, que ya circulaba antes de que Shakespeare hiciera su versión. Pero, Robert Eggers (director), nos sirve la historia contextualizada en la época. Realiza un ejercicio de ambientación, utilizando la mitología nórdica y retratando la época con crudeza "No hay nada en The Northman que no pudiera haber sido así en la época vikinga."
Ficha de Filmaffinity |
¿Dónde veo el valor a la obra? Porque la primera impresión es de una película de acción sanguinolenta.
La cultura popular simplifica mucho la visión del mundo, pero el mundo y nuestra cultura son complejas. Cuentos, leyendas y películas son herramientas que compactan y orientan la Historia para servir (o no) a los intereses de unos u otros. Es una deriva natural, tampoco ha de responder al plan o los intereses de nadie (no siempre)
Su primera virtud es acercarnos con rigor a las influencias paganas de nuestra cultura (tan influenciada por lo judeocristiano). The Northman, brinda una mirada alejada de nuestra perspectiva cultural. Nos coloca en una realidad alejada, que fue nuestro pasado (esta gente vikingueó por Iberia), y que nos habla de parte de nuestra naturaleza.
Su tercera virtud... (ni las he contado, ni poseo la verdad absoluta, rellenen ustedes los huecos)... Otra de sus virtudes es su alejamiento del presentismo. Nos muestra la crudeza de la época sin caer en convencionalismos o reivindicando valores actuales.
Muestra la esclavitud como algo más relacionado con etnias que con las razas (término que me desagrada).
La violencia es un hecho cotidiano normalizado, genera escaladas de venganzas que eternizan los conflictos, pero no está ligado al bien o el mal. Esta historia no tiene buenos o malos, sólo gente reaccionando a un mundo terrible.
Una visión diferente del papel femenino. Aunque, aquí, la película cojea un poco: no aparece ninguna mujer guerrera, aparte de una valquiria. Pero sí que cambia la imagen de la típica malvada. Las narrativas tradicionales o históricas tienen a denostar a las mujeres fuertes que comenten barbaridades. Aunque todos hacían barbaridades, los hombres eran valientes y las mujeres unas arpías. Shakespeare no fue amable con la madre de Hamlet (Gertrudis), y menos con lady Macbeth. Los guionistas de The Northman especulan con las motivaciones de Gertrudis. Llegamos a comprender que la reina no estaría bien del perolo... pero nosotros tampoco lo estaríamos de haber tenido su vida.
También se rompen las fronteras. Por mucho que se empeñen los nacionalismos, no se le pueden poner puertas al campo, y la Historia es mucho más plural de lo que les gustarían. La película pasa por Dinamarca, Francia, Islandia y otros más sitios. Vemos cómo los Vikingos eran nórdicos a los que se le unían británicos, eslavos y a saber cuántos más. Gentes que guerreaban y comerciaban, interactuando con sus vecinos... matando, robando y esclavizando como mucho hijo de vecino de la época.
Aun así, no es una película fácil. Ni agradable. Hay demasiada sangre, destrucción y muerte. Cualquier persona cuerda sale del cine con ganas de un chocolate y mimitos. Razón por la cual, interesa verla en el cine, para vivir la experiencia sin opción de visitas al excusado, la nevera o acabar en posición fetal abrazado a un peluche y chupándose un pulgar.
Pero ¿qué va a saber un mendrugo como yo de todo esto? Si quieren escuchar alguien más informado e interesante, Irene García Losquiño deleita con una visión muy enfocada del contexto vikingo lejos de mitos y miedos populares. Estas conferencias de la Fundación Juan March sobre los vikingos y su paso por la península ibérica son una joya:
El mundo vikingo: mitos y realidades
Los vikingos en la península ibérica
Escribiendo esto, me han dado unas ganas tremendas de escuchar ya el especial de El Descampao sobre los vikingos, que lo tengo pendiente.
Vamos... que me ha gustado la película, pero ¡qué mal lo pasé!
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